La gestión de los residuos y desechos sanitarios es vital para cuidar la salud de las personas, estos residuos son aquellos que contienen gérmenes patógenos que implican un riesgo inmediato o potencial para la salud humana y para el ambiente.
La mala gestión de los residuos sanitarios expone a las personas que los manipulan, los trabajadores sanitarios, los pacientes, sus familias y la comunidad a infecciones que se pueden prevenir, sustancias químicas peligrosas, efectos tóxicos y riesgos de lesiones.
Los residuos y desechos sanitarios, conocidos comúnmente como biológico-infecciosos u hospitalarios, son aquellos que se generan en actividades sanitarias, es decir en la atención médica de personas en establecimientos de salud. Efectivamente, la mayor parte de estos se encuentran potencialmente contaminados con fluidos corporales, agentes infecciosos y/o sustancias químicas, pues se los utiliza en tratamientos clínicos. Estos residuos y desechos de tratamiento especial, proceden de:
- Hospitales
- Clínicas
- Consultorios independientes
- Centros de asistencia social
- Centros de atención primaria
- Laboratorios de investigación médica
- Centros de salud
- Centros y servicios veterinarios
Clasificación de los residuos y desechos sanitarios generados en establecimientos de salud o atención médica.
(Acuerdo Ministerial 323 Registro Oficial 450 de 20-mar.-2019)
1. Desechos comunes.- Son desechos no peligrosos que no representan riesgo para la salud humana, animal o el ambiente.
No son susceptibles de aprovechamiento y valorización. Entre estos se incluye: pañales de uso común (para heces y orina), papel higiénico y toallas sanitarias usadas, que no provienen de áreas de aislamiento o emergencia, cuerpos de jeringas que fueron separadas de la aguja y que no contienen sangre visible.
2. Residuos aprovechables.- Son residuos no peligrosos que son susceptibles de aprovechamiento o valorización.
3. Desechos sanitarios.- Son desechos infecciosos que contienen patógenos y representan riesgo para la salud humana y el ambiente, es decir, son aquellos que cuentan con característica de peligrosidad biológico-infecciosa.
3.1.- Desechos biológico-infecciosos.- Constituye el material que se utilizó en procedimientos de atención en salud o que se encuentra contaminado o saturado con sangre o fluidos corporales, cultivos de agentes infecciosos y productos biológicos, que supongan riesgo para la salud, y que no representan características punzantes o cortantes. Se incluye todo material proveniente de áreas de aislamiento.
3.2.- Desechos corto-punzantes.- Son desechos con características punzantes o cortantes, incluido fragmentos rotos de plástico duro, que tuvieron contacto con sangre, cultivos de agentes infecciosos o fluidos corporales que supongan riesgo para la salud, y que pueden dar origen a un accidente percutáneo infeccioso.
3.3.- Desechos anatomopatológicos.- Son órganos, tejidos y productos descartados de la concepción tales como: membranas, tejidos y restos corioplacentarios. Se incluye dentro de esta clasificación a los cadáveres o partes de animales que se inocularon con agentes infecciosos, así como los fluidos corporales a granel que se generan en procedimientos médicos o autopsias, con excepción de la orina y el excremento que no procedan de un área de aislamiento.
4.- Desechos farmacéuticos.- Corresponden a medicamentos caducados o fuera de estándares de calidad o especificaciones.
Principios básicos
El manejo adecuado de los residuos y desechos sanitarios se basa en tres principios básicos:
- Reducción de los residuos innecesarios
- Separación entre residuos ordinarios y peligrosos
- Tratamiento de los residuos con el fin de reducir los riesgos para los trabajadores sanitarios y la comunidad.
Para concluir, la gestión adecuada de los residuos y desechos sanitarios es una actividad transversal pues, si bien forma parte de las actividades en materia de agua, saneamiento e higiene en los centros de salud forman parte también de equipos especializados en la gestión de residuos.
Incinerox en conjunto con un gestor aliado, ofrece el servicio para la recolección, tratamiento y disposición final de los desechos sanitarios producidos por hospitales, clínicas, dispensarios médicos, entre otras instituciones que generen este tipo de residuos.
Recuerde que como entidad hospitalaria es su responsabilidad gestionar de manera correcta los residuos que sus actividades diarias generan. Por eso es importante considerar la clasificación de este tipo de desechos y el tratamiento que se les debe dar.